La piel madura tiene su propia historia, pero también exige cuidados específicos cuando se trata de maquillaje. Para lograr un acabado radiante y fresco, es fundamental comenzar con una buena preparación: hidratar profundamente y aplicar un primer que suavice líneas y proporcione un acabado parejo.
ELECCIÓN DE BASE
La elección de la base es clave. Opta por fórmulas ligeras y luminosas que no se acumulen en las líneas de expresión ni acentúen la textura de la piel. Los productos con ingredientes hidratantes y enriquecidos con vitaminas son excelentes aliados para un cutis uniforme.
DELINEADOR MARRÓN
En cuanto a los ojos, menos es más. Sombras neutras y satinadas son ideales para iluminar la mirada sin sobrecargarla. Para definir, usa lápices en tonos marrones o grises que sean más suaves que el negro. También una capa de máscara puede abrir la mirada.
TONOS PEACH
El blush y los labios son el toque final que aporta frescura y vitalidad. Elige colores cálidos y naturales como los peach o rosas suaves para el rubor, mientras que los labiales hidratantes que pueden llevar ácido hialurónico con tonos más violáceos que rojos, son perfectos para complementar el look sin exagerar.
Finalmente, la clave de un maquillaje exitoso en pieles maduras es la moderación y el cuidado. Cada paso debe resaltar la belleza auténtica y celebrar la experiencia que se refleja en el rostro. Con estos consejos, cualquier persona puede lograr un estilo sofisticado y atemporal.
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