Ante la muerte de un Papa, el mundo entero observa cómo el Vaticano despliega un protocolo cargado de símbolos. El funeral del Papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano, no solo reúne a líderes de todo el planeta: también reactiva rituales donde cada gesto, prenda y color tienen un significado preciso.
El uso del negro: más que una tradición
El negro es obligatorio en la vestimenta durante los funerales papales. Representa la sobriedad, el duelo y el respeto absoluto por la figura pontificia.
Las mujeres deben llevar vestidos o trajes negros clásicos, de corte discreto y largo debajo de la rodilla, acompañados de mantilla negra. En hombres, el protocolo exige traje negro, camisa blanca y corbata negra lisa.
La sobriedad no es solo estética: es un acto de recogimiento ante el misterio de la muerte.
Ceremonia papal: el poder del rito
El funeral papal tiene lugar en la Basílica de San Pedro y suele extenderse por varios días de luto, conocido como Novemdiales. Durante ese tiempo, el cuerpo es velado primero de forma privada y luego abierto al público.
En el caso de Francisco, fiel a su estilo sencillo, se espera un funeral solemne pero sin excesos, con fuertes gestos de cercanía hacia América Latina y los sectores populares.
El féretro de ciprés, el Evangelio abierto y el Rogito sellan el acto final, cargado de simbolismo.
¿Cómo se organiza el protocolo de asistentes?
El protocolo vaticano organiza a los asistentes de manera jerárquica:
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Presidentes, reyes y primeros ministros en los primeros bancos.
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Representantes religiosos y organismos internacionales más atrás.
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Fieles y ciudadanos comunes en zonas abiertas.
La precisión en el orden responde a una lógica de respeto diplomático y de representación de naciones y credos.
Un luto que mira hacia el futuro
Tras el funeral, comienza la etapa conocida como Sede Vacante, en la que el Vaticano entra en modo de pausa hasta la elección de un nuevo Papa en el cónclave.
El negro, las mantillas, los gestos de silencio y las velas blancas son mucho más que protocolo: son la manifestación viva de una historia que sigue.
En la despedida del Papa Francisco, su legado de humildad, acercamiento a los más vulnerables y apertura interreligiosa marcará el tono de su último adiós.
at redacción Marie Claire
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